viernes, 28 de septiembre de 2012

IGLESIA DE EL SALVADOR

 Fuente y fotos: Región de murcia digital.
Iglesia de El Salvador vista desde el Santuario 
Esta vieja iglesia renacentista se encuentra ubicada en el centro neurálgico del municipio de Caravaca de la Cruz, rodeada de monumentales edificios que forman uno de los conjuntos históricos más emblemáticos de la Región.

El proceso de construcción de este templo se inicia cuando, a partir de 1526, surge la necesidad de reparar y ampliar la antigua parroquia de El Salvador.





Detalle de la Portada
Se trata de una monumental iglesia columnaria, obra del siglo XVI, donde es de destacar su retablo mayor, que procede de la desmantelada iglesia de los jesuitas de Caravaca.

En esta Parroquia de El Salvador hay tallas de Salzillo, destacando la Cruz Mayor y la Custodia del Corpus, que siguen saliendo en procesiones y cultos diversos.

Titularidad: Diocesis de Cartagena
Grado de protección: BIC
Estilo: Renacentista
Periodo: Siglo XVI
Dirección: .Caravaca de la Cruz


Boveda
Iglesia importante del Renacimiento Español, con planta de tres naves de similar altura, separadas por cuatro gigantescas columnas jónicas estriadas de 1,70 m de diámetro, y cubierta con bóvedas estrelladas. El interior conserva buena parte de todas sus obras de arte.

La sacristía
     La sacristía se encuentra situada a la derecha de la cabecera. Es una estancia rectangular en dos tramos, de distintas dimensiones, cubiertos por bóvedas de plementería relacionadas con el estilo Tudor. También dispone de otra sacristía menor o cámara de ornamentos, que se encuentra en la base de la torre, formando parte de su primer cuerpo.

Las capillas laterales
     Presenta capillas laterales aisladas entre sí, con rejas renacentistas (en tres de estas capillas) e imágenes como las dos de la escuela napolitana, 'Santa Isabel' y 'San Jerónimo', a las que se unen la 'Virgen de las Angustias' y la 'Dolorosa' de Marcos Laborda. El retablo mayor, obra barroca del siglo XVIII, procede de la iglesia de los jesuitas de Caravaca.

Altar Mayor
La portada
     La portada está organiza en dos cuerpos. El inferior a modo de arco de triunfo entre columnas, tondos en las enjuntas, cornisa decorada con veneras y escudo santiaguista. El segundo cuerpo está formado por una hornacina, rematada por frontón curvo flanqueado por dos escudos (uno de la ciudad y otro de Santiago), y bolas sobre pirámides. Sobre dicha portada se sitúa la galería alta, que aglutina un conjunto de ocho arcos carpaneles, apoyados en cuatro columnas exentas y ocho semicolumnas adosadas con variedad de capiteles.

La torre
     La torre es de tres cuerpos, todos de cantería. El segundo cuerpo presenta unas ventanas enmarcadas y coronadas por frontones triangulares; como remate de este cuerpo existen cuatro pequeños pináculos curvos. El tercer cuerpo es el de las campanas.



Historia y Personajes
Arpia
Arpia
La historia de la construcción de este monumento podría dividirse en dos etapas; en un primer momento, entre 1524 y 1536, en el que se trató de sacar partido de la parroquia ya existente, ampliándola y reedificándola; y la segunda etapa, desde 1537 a 1595, correspondiente a la traza y edificación de la nueva iglesia, en distinto solar y con diferentes características que la anterior. Aunque artísticamente no existe relación entre ambos templos, los problemas surgidos con los artistas y su repercusión en los primeros años de la obra exigen el estudio del tema desde 1524, cuando se planteó la idea de construir una iglesia más amplia.

La antigua parroquia
Portada Principal
La antigua parroquia constaba de tres naves, con pilares, una capilla pequeña abovedada y otras pequeñas capillas colaterales a los lados. Había sido ampliada al comienzo de siglo con los dos cuerpos de una nave, la sacristía y la capilla de bautismo. Sin embargo se planteó la necesidad de abordar nuevas obras. En 1526, después de la habitual inspección, los visitadores expusieron la conveniencia de levantar un nuevo templo, entre otros motivos por falta de espacio y mal estado del edificio. Proponían la construcción de una iglesia con pilares y arcos en sentido longitudinal, prototipo más cercano de los templos medievales con el mismo carácter popular ya existente. Lo primordial era aumentar las dimensiones de la parroquia y variar al mismo tiempo la concepción espacial, sin preocuparles en demasía los aspectos estéticos.



Inicio de las obras
Capilla de los Conejero
La fecha de iniciación del templo podría situarse entre 1537 y 1539. Está documentada la presencia y dirección de Martín de Homa en el templo, por tanto, a él se debe la ejecución de la mayor parte del edificio y la plasmación de lo trazado en la realidad, ya que durante esos años se erigieron la cabecera, la sacristía, la sala aneja situada en el cuerpo inferior de la torre y el primer tramo próximo al altar, con las cuatro capillas hornacinas. En cuanto al resto del templo las pilastras del crucero estaban incompletas, a falta de algunos capiteles, y se localizaban a media altura. Él mismo arquitecto realizó las primeras columnas jónicas y pilastras que enmarcaban las cuatro capillas laterales más cercanas al altar mayor.

Durante el tiempo de su colaboración no se ha podido constatar que Jerónimo Quijano visitara la iglesia para controlar la marcha de los trabajos. Se relaciona a Quijano con esta obra por la semejanza estilística y formal del Salvador de Caravaca con San Juan de Albacete, iglesia a la que remodelaría su planta antigua. La obra denota que Martín de Homa, junto a otros canteros vizcaínos, se formó en el contexto de unas tradiciones góticas; utilizó indistintamente molduras y baquetones de repertorio medieval con perfiles curvos o afilados y motivos de procedencia clásica. Así, la sacristía, los nervios y la ornamentación tienen un acabado gótico, mientras que los órdenes del templo y capillas reciben un tratamiento externo renacentista.

En esta primera etapa de construcción varios maestros colaboraron con Martín de Homa, pero sus nombres no aparecen reseñados. Únicamente se sabe que en 1554 estuvieron trabajando los canteros Pedro de los Corrales y Pedro Garay.




Segunda etapa de construcción del templo
Enrejado de la Capilla de los Mora
La segunda etapa de construcción del templo coincide con los últimos años de estancia de Martín de Homa. Ya en 1557 y 1567 descendió el ritmo de la actividad. En 1567 el ayuntamiento, el vicario y los vecinos enviaron al rey una relación en la que pedían licencia para arrendar una redonda del concejo durante varios años, con el propósito de reunir fondos para concluir la iglesia. Como resultado de estos esfuerzos se entró en un nuevo periodo de actividad que se cerró en 1575. Durante ese tiempo el maestro de obras fue Pedro de Antequera, que permaneció poco tiempo en la obra, ya que en 1575 se interrumpieron los trabajos. Bajo su dirección el templo quedó casi acabado, a excepción de las bóvedas, los dos últimos cuerpos de la torre y la parte superior de la portada. Pedro de Antequera concluyó el segundo tramo de la iglesia con los capiteles de las columnas y pilastras, que difieren en cuanto a diseño y proporciones de las de Martín de Homa.

El 27 de diciembre de 1573 fue trasladado el Santísimo Sacramento desde La Soledad hasta El Salvador, siendo inaugurado el nuevo templo.

Sin embargo, diez años más tarde, el concejo volvió a preocuparse por la construcción, iniciando un programa para terminar el interior del edificio. En junio de 1597 se contrató a Pedro Monte para realizar las bóvedas de toda la iglesia, con nervaduras góticas, combadas y terceletes. Al cabo de tres años estaba concluido el cerramiento de las naves. Rápidamente, bajo la dirección de Andrés Monte se empezaron a reparar las bóvedas de las capillas, que habían tenido que ser levantadas para realizar la cubierta de la iglesia. Una vez concluido este arreglo se podría considerar terminada la obra renacentista. Sólo quedaban por hacer zonas muy concretas como el último cuerpo y remate de la torre y la parte alta de la portada. El tercer cuerpo de la torre con las ventanas herrerianas es de Damián Plá.

Personajes más destacados del edificio
Entre los personajes relacionados con la historia del edificio, destacamos los siguientes:

Coro
Martín de Homa. Está documentada la presencia y dirección de Martín de Homa en el templo caravaqueño desde 1539 a 1557, precisamente el periodo de máxima actividad.

Pedro de Antequera. Bajo su dirección el templo quedó casi acabado, a excepción de las bóvedas, los dos últimos cuerpos de la torre y la parte superior de la portada. Pedro de Antequera concluyó el segundo tramo de la iglesia con los capiteles de las columnas y pilastras, que difieren en cuanto a diseño y proporciones de las de Martín de Homa.

Jerónimo Quijano. Se relaciona a Quijano con esta obra por la semejanza estilística y formal de El Salvador de Caravaca con San Juan de Albacete, iglesia a la que remodelaría su planta antigua. Según Gutiérrez-Cortines la traza o proyecto original es atribuible a este arquitecto que, señala Camón Aznar, fue discípulo de Jacobo Florentino, pupilo a su vez de Miguel Ángel. A él se debe el segundo cuerpo de la torre de la Catedral de Murcia y la Capilla de Rodríguez Gil de Junterón, en la misma Catedral.


Obras
De las obras artísticas que alberga El Salvador destacan:
Los retablos
Entre los retablos, destacan varios del siglo XVIII como el de la Virgen de las Angustias, de mediano tamaño, con unas tallas de la 'Piedad' y la 'Dolorosa' de Marcos Laborda (escultor caravaqueño), el Retablo del Corazón de Jesús, el Retablo del Prendimiento, el Retablo Mayor (procedente de la iglesia de los jesuitas de Caravaca, es obra de José Sáez). El retablo colateral izquierdo, anteriormente bajo la advocación de Nuestra Señora del Rosario, es casi simétrico al colateral de la epístola construido en 1707, caracterizándose por su rica ornamentación vegetal y las columnas salomónicas.
 Retablo lateral Derecho 
Retablo del Corazón de Jesús 



















Las esculturas
Interior de la Iglesia
Asimismo, son destacables las esculturas de 'San Antonio de Padua' que, procedentes del antiguo convento de Franciscanos de Caravaca, recientemente se han atribuido al marsellés Antonio Dupar.

'San Jerónimo' de autor anónimo, procedente de Nápoles en el siglo XVIII y 'Santa Isabel', de la misma época y originaria también de Nápoles.

'La Inmaculada', del siglo XVIII, se considera salida del taller de Nicolás Salzillo, además de las tallas ya mencionadas de la 'Piedad' y la 'Dolorosa' del escultor caravaqueño Marcos Laborda.

La talla de madera policromada 'Cristo Crucificado' se ha venido atribuyendo a Marcos Laborda, discípulo de Francisco Salzillo, aunque recientemente se ha adscrito a Nicolás de Bussy, en función del análisis estilístico de la obra y el estudio de calidades de la misma.

La rejería
Retablo Lateral Izquierdo 
Respecto a la rejería, resalta sobre todo la realizada por Ginés García de 1602 en la Capilla de los Mora (o de Santa Rita), al igual que la reja Renacentista de la Capilla de los Musso-Muñoz, junto a la entrada de la Sacristía Mayor. También existe bella rejería en la Capilla de los Conejero fechada en 1613, en el lado de la epístola, como la anterior.

La pintura
La pintura también tiene una amplia representación, destacando algunos cuadros de amplias dimensiones, recientemente restaurados, como la representación del 'Descendimiento', obra del siglo XVII; el óleo de 'San Nicolás', del último tercio del siglo XVII, de Juan de Sevilla Romero y Escalante, pintor de la escuela granadina; o 'La Anunciación', de la primera mitad del siglo XVII y autor anónimo.

La orfebrería
La orfebrería, por último, constituye otro importantísimo conjunto artístico en el ajuar de El Salvador: cruces, custodias u ostensorios, cálices, cetros y navetas. En este conjunto destacamos la Cruz Mayor del siglo XVI y la Custodia procesional del Corpus del tercer cuarto del siglo XVIII.